El product management o gestión de producto es, en teoría, relativamente sencillo: documenta todos los requerimientos de las partes interesadas y prioríza teniendo en cuenta el coste de desarrollo y el valor aportado. Este genial y awesómico vídeo del genial y awesómico Henrik Kniberg lo explica en 15 minutos que son ORO PURO:
Pero La Realidad es bastante molesta y suele estropear el escenario perfecto que se dibuja en el vídeo de Henrik. En el Mundo Real, no es tan sencillo determinar el coste de desarrollo de cada funcionalidad ni mucho menos el supuesto valor aportado a los usuarios finales.
La cosa se complica aún más si incluyes actores suplementarios en el ciclo de desarrollo de tu producto, pero claves para determinar el éxito del mismo: tu competencia.
Gestión de producto teniendo en cuenta a tu competencia
La competencia es una de las principales guías para que los Product Managers definan la estrategia de producto. El problema es que, en algunas ocasiones, no es fácil determinar quien es realmente tu competencia. Aunque tu producto comparta el dominio funcional de otro, puede que se dirija a otro segmento del mercado, que se comercialice en un ámbito geográfico diferente o, simplemente, te IGNOREN porque no te consideren importante.
Algo que distinguirá a tus verdaderos competidores es que, les costará concebir un feature complete que no incluya tus principales características y les permita defenderse en las temidas matrices comparativas de funcionalidades.
Esta estrategia se basa en dos premisas, cuanto menos, discutibles:
- El usuario medio es tonto y, por lo general, desconfiado. Así que, si no le damos todas y cada una de las funcionalidades de las que dispone en el mercado -aunque no las utilice ni las necesite- no va a apreciar el valor añadido de nuestra herramienta ni va a saber como compararla.
- Es más fácil vender una funcionalidad que ya existe en el mercado en vez de tener que explicar las ventajas de una nueva.
¿Cómo saber si alguien está intentando replicar nuestro roadmap? ¿Cómo defender tu diferenciación de la competencia? Una de tus opciones es hacer un Loco Iván.
La maniobra del Loco Iván
Durante la Guerra Fría, los submarinos soviéticos no disponían de los potentes sonares de cola que montaban los submarinos americanos. Eso hacía que tuvieran un ángulo muerto en su popa, donde el ruido producido por sus hélices y maquinaria de propulsión les impedían registrar la presencia de otros navíos.
Para detectar submarinos enemigos ocultos en ese ángulo muerto, los rusos practicaban una estrategia denominada Loco Iván: cambiar bruscamente de rumbo -a veces, hasta 180º- para detectar a cualquier posible perseguidor…algo que también podemos probar en nuestra estrategia de product management.
Un ejemplo: el Loco Iván en Otogami
Otogami aun está construyéndose como producto. Con un marketing de baja intensidad y sin apenas labor comercial, aún no somos una competencia más allá del mercado nacional. Sin embargo, nos sorprendió comprobar que otra web de búsqueda y comparación de ofertas implementaba una de nuestras funcionalidades únicas. ¿Casualidad o persecución? Había llegado el momento de hacer un Loco Iván.
Nuestro brusco giro de timón se denominó Otoscore, una puntuación dinámica de videojuegos basada en la calidad/precio, más allá de la calificación de la prensa especializada que obtuvieron en su lanzamiento.
Aunque hayamos decidido hacer público nuestro roadmap, el Otoscore no era algo que nuestra competencia pudiera esperar, ni mucho menos copiar. Primero, porque no es, ni mucho menos, una funcionalidad clave para la búsqueda y comparación de ofertas. Segundo, porque no existe nada parecido en el mercado.
Y sí, ha sido una maniobra más que arriesgada, ARRIESGADÍSIMA. No sólo porque dedicar tiempo y recursos a algo que no genere ingresos directa e inmediatamente es duro para una startup, sino porque no teníamos NI IDEA de como iban a recibir los usuarios una funcionalidad que no habían pedido. Cabe la posibilidad de que tengamos que tirar todo el desarrollo a la basura.
Product Management a lo Curro Jimenez
En realidad, tomar la decisión de hacer un Loco Iván fue bastante sencilla. Luchamos con tal desventaja de recursos contra competidores extranjeros, que la única estrategia posible es ser absurdamente osados. No es una queja ni un lloro, sino una explicación de porqué, mientras otros prefieren jugar a ser Steves Jobs de todo a 100, nosotros hemos decidido aplicar tácticas de Curro Jimenez. Hay que golpear duro, de forma inesperada y con todo lo que tengas. Sin reservas. No queda otra.
Afortunadamente, por el momento, parece haber funcionado. Nuestros usuarios han recibido el Otoscore con estusiasmo y, ahora, disponemos de una nueva funcionalidad de la que carece la competencia. Si, de verdad, alguien pretende replicar nuestro roadmap, tendrá que dedicar tiempo y recursos para conseguirlo, pero, sobre todo, tendrá que descubrirse como competidor ¿Quién persigue ahora a quién?