Por quinta vez consecutiva, escribo mis objetivos para el próximo año, aunque sólo sea para darme cuenta -una vez más- de que la vida es eso que pasa mientras estamos ocupados haciendo planes.
Empecemos repasando los objetivos que me marqué las Navidades pasadas:
- Recuperar la forma. NO. Me obcequé en recuperar mis gemelos y tardé medio año en conseguirlo. Para cuando pude volver a correr, comenzó la espiral del cierre de la ronda de inversión de Otogami y un auténtico tour de force para cerrar como Dios manda mi etapa en Atlassian. FRACASÓN
- Rentabilidad del portfolio de Funius. Algunos lo llaman market-fit. Yo lo llamo pegarnos una hostia contra la realidad. Este año nos dimos cuenta de que todo es más complicado de lo que pensamos y muchas de nuestras suposiciones estaban equivocadas. Eso sí, acabamos el año sabiendo lo que no hay que hacer, lo que queremos hacer y con muchos más recursos para conseguirlo. NI FU NI FA
- Crear un dashboard en tiempo real de mi vida profesional. Acabé el año con las ideas más claras y los KPIs más importantes identificados, pero no he conseguido automatizar la captura y presentación de dato, así que… NI FU NI FA
- Sacarme el carnet de conducir, para que mi suegro deje de pensar que tengo una tara. Ni lo he intentado. Y, además, mi mujer me apoya. Cuando alguien me pregunta con sorna cuándo voy a sacarme el carnet, Candela siempre me defiende con un «David tiene cosas más importantes que hacer y ya trabaja demasiado». Al menos nos hemos comprado un coche nuevo para poder llevar a nuestra hija. ¡En el Megane Coupé la teníamos que meter de lado! FRACASÓN
Mirando exclusivamente los objetivos, cualquiera creería que mi año ha sido un completo desastre y, sin embargo, yo lo he vivido como el más intenso de toda mi vida. Irene llegó y mi abuelo nos dejó. Y en nuestra pequeña empresa lloramos, reímos, nos enfadamos y nos apoyamos como nunca. Pero, sobre todo, 2013 fue el año en el que me di me atreví a reconocer quien soy y que quiero hacer.
Así que, me da igual lo que digan los objetivos. Para mí, la calificación de este año es… CONSEGUIDO
¿Y para el próximo año?
En 2014, intentaré utilizar el impulso para:
- Ir a comer con Molpe y que invite él. Difícil, porque como buena celebrity, Alberto tiene una agenda muy complicada. Y, como buen gallego, es difícil que yo me deje invitar, ni siquiera por un vasco.
- Recuperar (de nuevo) la forma. Mucho más importante para que me sienta bien conmigo mismo de lo que quiero reconocer.
- Pasar tiempo de calidad con mi familia y mis amigos. Y compensarles por el poco tiempo que les he dedicado en los dos últimos años.
- Hacer que Otogami crezca a lo ancho (otro vertical) y a lo largo (otro país). Podría marcarme como objetivo la rentabilidad o unos determinados ingresos, pero es algo que no depende exclusivamente de mí y siempre podría encontrar una excusa para no cumplirlo.
- Volver a programar frecuentemente. Empezando por ese dashboard con KPIs profesionales que tengo que automatizar. Sé que no es donde más valor puedo aportar, pero intentaré regalarme el 20% de mi tiempo. Me relaja y hace que no me olvide de que sólo soy un simple programador… y de lo orgulloso que estoy de ello.
¿Y tú? ¿Qué objetivos tienes? ¿Te atreves a dejarlos en los comentarios para comprobarlos dentro de 365 días? Tengo la sensación de que 2014 será un GRAN año…