Han pasado 21 días desde que empecé a dejarme el bigote para apoyar una buena causa: recaudar donativos contra la lucha contra el cáncer de próstata y apoyar a la organización Movember.
Muchos me dijeron que todo esto era una estupidez y otros, que iba a ser un fracaso absoluto. Que, en España, cada palo aguanta su vela y que nadie iba a donar nada. 504 horas, 30.240 minutos y 1.814.400 segundos después, he demostrado que los pesimistas y cínicos estaban equivocados.
Miles de personas han visitado mi página de Movember, he podido hablar personalmente con decenas de vosotros, me han entrevistado en la Cadena Ser y, lo más importante, entre todos [highlight]hemos conseguido recaudar 1.356€[/highlight] que, por arte de magia y de Atlassian, se convertirán en 2.712.
¿Por qué un bigote? ¿Por qué Noviembre?
Dejarte un bigote no sólo sirve para hacer el ridículo, sino que da pie a que la gente te pregunte porque arruinas tu imagen pública con esa pelambrera facial. Es el momento adecuado para informar y concienciar sobre los objetivos de la campaña.
El cáncer de próstata tiene la misma incidencia que el cáncer de mama, pero es mucho menos conocido. Tiene un bajo grado de mortalidad… si se trata a tiempo. Desgraciadamente, los hombres tendemos a descuidar nuestra salud. De los 18.870 hombres que a los que se diagnostica cada año cáncer de próstata en nuestro país, mueren 5.900. Más de un 31%.
Noviembre es un buen momento para recordarle a más de un machote que, si aún no se ha hecho la revisión médica anual, debería hacerlo.
¡Esto no ha acabado!
Aún quedan 9 días en los que podemos permitirnos soñar con cambiar el mundo a golpe de mostacho. Si aún no has donado, recuerda que puedes hacerlo en mi página de Movember o haciendo clic en el bigotón de aquí abajo. Por tu padre, tu abuelo, por ese jefe que tiene la próstata como un melón… ¡Dona!