Después de los ya míticos Empanadology y Empanadology 2 quiero cerrar mi trilogía más personal y empanadil aprovechando el lanzamiento de la nueva y flamante tienda de Milán Dopico para hacer una retrospectiva de todo lo que hemos aprendido en nueve meses vendiendo empanada gallega gourmet en Internet y explicar cómo y por qué llegamos a crear nuestra tienda.
La Demo interna
En Funius tenemos la sana costumbre de hacer una demo interna al final de cada iteración de 15 días para explicar al equipo lo que hemos hecho y por qué lo hemos hecho, más allá de enumerar una lista de tareas realizadas. El pasado 1 de julio, Candela preparó una presentación sobre los datos EN CRUDO de Milán Dopico.
El cálido contexto detrás de las frías cifras.
Lanzamos Milán Dopico con el objetivo principal de ayudar a Gloria a aumentar sus ventas, conseguir que su obrador siguiera abierto y superarar la crisis.
Nueve meses después, el obrador de Gloria sigue abierto, pero ¿podemos considerar a Milán Dopico un caso de éxito? En absoluto. Hemos conseguido crear la infraestructura necesaria para vender un producto de alta calidad… y no perder (mucho) dinero en el intento, pero, hoy por hoy, el negocio apenas paga las horas que Candela dedica a gestionar pedidos e incidencias, algo que una empresa tan pequeña como la nuestra no puede permitirse.
En un negocio con un trasfondo emocional como este, tirar la toalla no es una opción, así que, decidimos adoptar una nueva estrategia para aumentar nuestras ventas: crear nuestra propia tienda.
Del Marketplace a la Tienda
El objetivo de Milán Dopico era vender empanadas en Internet, no crear una tienda de empanadas en Internet. Por eso, empezamos a vender en Mumumío, un marketplace de productos gourmet.
Mumumío proporciona una plataforma para que los productores artesanos como nosotros puedan vender en Internet, sin preocuparse de tener que mantener una tienda online o una pasarela de pago, a cambio de una comisión sobre las ventas. Algo perfecto para nosotros, porque nos permitió empezar a vender en cuestión de días.
Una solución genial con un único «pero«: los clientes que piden tus empanadas, en realidad, no son clientes tuyos, sino de Mumumío. Algo importantísimo porque, si algo hemos descubierto en estos meses es que…
La Recurrencia es la madre de la ciencia
Internet es mentira y, en España, aún más. Aquí, cada visitante, cada clic y cada venta se lucha y se suda. Un cliente -alguien que llega a tu web y compra tu producto- es un TESORO que debes cuidar y mimar. Tanto, que startups como la de nuestros amigos Wuaki.tv llegan a pagar 15€ por cada nuevo cliente que les lleves.
Evidentemente, es mucho más fácil que un cliente vuelva a comprar -la llamada Recurrencia- que conseguir clientes nuevos. El problema es que en Mumumío no manejábamos el concepto de clientes sino el de pedidos, direcciones de entrega que no se vinculaban directamente a una persona física.
En la práctica, nuestra Recurrencía era cero, porque no teníamos ningún cliente al que poder ofrecer promociones personalizadas o campañas de fidelización. Estábamos vendiendo, pero no reteniendo, por eso nos decidimos a lanzar…
La Tienda lean
El ancho de banda técnico que podríamos dedicar al proyecto seguía escaso y nuestro catálogo de productos muy básico, por eso, ni nos planteamos recurrir a un Magento, Prestashop o cualquier otra solución de ecommerce que requiriera instalación y mantenimiento. Y, de todas las soluciones SaaS que evaluó Candela, nos quedamos con dos candidatos: ekmtienda y Tiendy.
Finalmente, nos decidimos por Tiendy por recomendación del camarada del metal Jano García y porque su backend era más sencillo e intuitivo. Pero, sobre todo, porque es una empresa española, con la cercanía y calidad de trato que eso puede significar.
El tiempo nos ha dado la razón, Candela ha TALADRADO a correos a Manuel Cebrián preguntando, desde como modificar el proceso de checkout hasta como configurar a nuestro gusto las categorías de producto, y siempre hemos tenido una respuesta en cuestión de horas o minutos. ¡Kudos para Tiendy y su atención al cliente!
Jeroclo, el espartano, tardó sólo cuatro horas en implementar las mejoras que queríamos incluir en la plantilla básica que proporciona Tiendy.
Además, Jeroclo también tardó sólo cuatro horas en cargarse cualquier tipo de diseño responsive -¡hey!, somos rápidos, no semidioses- y aún no hemos conseguido que el banco dé de alta nuestro TPV, así que, por el momento, en nuestra tienda sólo podemos cobrar con PayPal y en los móviles se ve como un filete empanao. Pero YA se puede comprar en ella, que es lo que queríamos. Y en ordenadores se ve así:
Tienda y venta por Canal
Seguiremos vendiendo en Mumumio. Porque tener una tienda no es incompatible con estar en un marketplace… o en 400. Si alguien vende nuestras empanadas a través de su tienda, blog o página web, estaremos encantados de compartir parte de nuestro margen. Si estáis interesados, escribid a hola@milandopico.com.
… y si queréis saber más sobre como vender empanadas (o tornillos, o software) a través de terceros, no dejéis de leer este artículo sobre marketing de canal.
Hasta el infinito y más allá
Poco a poco, iremos mejorando el aspecto y el contenido de la tienda (más fotos, copys adaptados a Google, botonera social personalizada, correos mejorados…) pero, lo más importante es que, desde hoy, ya podemos desplegar toda nuestra artillería de marketing.
Esperad promociones para clientes habituales, ediciones especiales, packs, ofertas para empresas y caterings, envoltorios específicos para regalo y cupones de descuento temporales y de un sólo uso -de hecho, usando el cupón temporal ‘BONOTIENDA‘ podréis disfrutar de un 20% de descuento durante esta semana- cualquier cosa que nos sirva para alcanzar los objetivos que nos hemos propuesto:
- Aumentar el importe medio de nuestro carrito de la compra hasta los 40€
- Conseguir 500 clientes de aquí hasta Navidades
- Conseguir que al menos la mitad de los clientes repitan el pedido
Para contaros si lo hemos conseguido o no, tendré que escribir Empanadology 4. Hasta entonces…