Hoy voy al Salón MiEmpresa a explicar como conseguir que a un inversor le entren ganas de casarse con uno, o algo así. En realidad, un marrón que me endosó Sebastien Chartier, organizador del evento.
Bien sea por su sensual acento francés, bien porque invirtió en mi empresa con un «no grrreo que puedas cumplir tu plan de negosio, pego me lo has vendido mu bien» no pude decir que no a Sebastien. El problema es que, cuando me llaman para dar una charla en algún sitio, no sé decir que no a nadie.
Eso puede ser sostenible cuando trabajas como evangelista técnico, pero no cuando tienes tu propia compañía y te ganas la vida construyendo y vendiendo tus productos o servicios. Por eso, instauré en Otogami La Regla del Triple Check para confirmar la asistencia a un evento.
¿Cómo funciona la Regla del Triple Check? Sencillo. Antes de confirmar la asistencia a un evento, al menos dos personas -además del que quiera ir- tienen que dar su visto bueno.
Para dar el OK se tiene en cuenta que el beneficio obtenido sea al menos el mismo que el que obtendrías quedándote en la oficina trabajando. Y el calculo del beneficio obtenido por asistir a un evento, normalmente, no tiene nada que ver con obtener una retribución económica. O, al menos, no completamente.
El viernes pasado di una charla en un evento de la Fundación Junior Achievement, en el que por supuesto nadie cobraba un duro, pero el coste-valor compensaba de sobra: se celebraba a cinco minutos andando de la oficina, sólo eran 15 minutos y -sobre todo- el tema MOLABA: explicarles a estudiantes de instituto la (dura) realidad de emprender en Internet, más allá del glamour de La Red Social.
Casi al mismo tiempo, surgió una oportunidad de asistir como profesor a un Master en Bilbao que pagaba casi 1.000€ por 8 horas de clase. Hay que vender MUCHOS videojuegos para conseguir 1.000€ en comisiones afiliadas, pero esas 8 horas de clase suponían al menos otras tantas para prepararlas y el tiempo de ir y volver a Bilbao. Gran dilema ¿Ingresar 1.000€ extra o centrarte en hacer lo que tienes que hacer? El equipo consideró que era el coste demasiado elevado y declinamos la oferta.
Sabemos que La Regla del Triple Check puede granjearnos enemistades o hacernos parecer maleducados, pero preferimos vivir con ello a sufrir la muerte por eventitis que acaba con muchos emprendedores.
Si alguna vez le pides a alguien de Otogami que vaya a tu evento y te dice que no, no te lo tomes como algo personal. Lo más seguro es que no pueda, no que no quiera.