Si quieres saber cómo trabajo, pregunta a mis proveedores

La mayoría de las empresas muestran una lista de clientes como referencias, pero sus proveedores pueden decirte mucho más de su forma de trabajar.

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Es muy frecuente encontrar webs corporativas con un apartado nuestros clientes, lleno de supuestas referencias destinadas a mostrarnos la experiencia de una compañía y proporcionar una falsa sensación de seguridad.

«Si Gromenauer Enterprises o Acandemor Industries han trabajado con ellos, tienen que ser buenos de pelotas» es el razonamiento que muchos quieren provocar y, hasta ahora, les ha funcionado bastante bien. Así que muchas empresas, sobre todo las que empiezan, se dedican a coleccionar «cromos» -logos de clientes-, aunque para ello tengan que trabajar bajo coste o incluso gratis.

Sin embargo, por mi experiencia personal, he llegado a la conclusión de que la mejor manera de conocer los valores, forma de trabajo y la madurez de una organización es preguntarle a sus proveedores, no a sus clientes.

Clientes vs. Proveedores

Normalmente, con los clientes nos ponemos nuestro «traje de los domingos» y mostramos nuestra mejor cara -al fin y al cabo, son los que pagan-, mientras que para los proveedores solemos reservar la bata de guatiné y las pantuflas. Siempre tienen una prioridad más baja.

La Real Academia de la Lengua dice que un proveedor es cualquier «persona o empresa que provee o abastece de todo lo necesario para un fin a grandes grupos, asociaciones, comunidades, etc.«, pero el hecho de que pagues a alguien para que te proporcione un bien o servicio nunca debería hacerte sentir en una posición de superioridad, más bien al contrario.

Si quieres hacer las cosas mínimamente bien, el trabajo que debes externalizar es aquel en donde has encontrado a alguien que puede hacerlo mejor que tú o, al menos, con más eficiencia. Algo que, por  sí solo, ya merece tu respeto.

Nosotros y nuestros proveedores

En nuestro caso, una forma de demostrar ese respeto es no discutir jamás un presupuesto. Confiamos en la profesionalidad y honestidad de los proveedores -si no fuera así, ¿por qué querríamos trabajar con ellos?-. Así que estamos seguro de que, cuando presupuestan un trabajo, lo hacen ajustándose a su valor de mercado.

Ante un presupuesto, sólo tenemos dos respuestas posibles: sí o no. Nunca pedimos que ajusten el precio porque lo peor que podría pasar es… que lo hicieran.

la mejor manera de conocer los valores, forma de trabajo y la madurez de una organización es preguntarle a sus proveedores, no a sus clientes.

Otra forma de respetar a tus proveedores es acatar su forma de pago, teniendo en cuenta que lo más justo es pagar a alguien en cuanto recibas un bien o servicio. O, incluso, si este puede prolongarse mucho en el tiempo, que adelantes una parte del pago.

En realidad, todo parece bastante lógico. Si funciona al comprar una barra de pan, ¿por qué deberíamos actuar de forma distinta a la hora de encargar y pagar cualquier otra cosa?

el trabajo que debes externalizar es aquel en donde has encontrado a alguien que puede hacerlo mejor que tú o, al menos, con más eficiencia

Nosotros tenemos pocos proveedores y aún menos clientes, pero los tratamos de la misma manera: como socios e iguales, que nos ayudan a alcanzar las metas que nos hemos propuesto.

Aún así, si preguntas a nuestros clientes, todos te dirán que somos serios y muy profesionales, que jamás incumplimos una fecha de entrega y siempre intentamos superar sus expectativas. Eso sí, si preguntas a nuestros proveedores… la cosa cambia.

Ellos podrían decirte que, a veces, hemos entregado tarde la documentación o los materiales que necesitaban para realizar su trabajo. O que tienen que sufrir que nuestro feedback llegue por ciclos, en vez de ser constante. Lo que retrasa sus fechas de entrega.

Eso no es ni bueno ni malo, es lo que es. La realidad de una empresa que está empezando y aprendiendo a no asumir más trabajo del que puede gestionar. Un indicador de que aún tenemos mucho margen de mejora.

Así que, hoy por hoy, nuestros proveedores conocen mucho mejor que nuestros clientes nuestro día a día y cómo trabajamos y creo que no somos la única compañía en la que esto ocurre.

Si alguna vez nos da por poner una página con «cromos», pondremos los logos de nuestros clientes y de nuestros proveedores. Estamos orgullosos de ambos.