El pasado 3 de enero, Techcrunch publicó un interesante estudio sobre los datos recogidos en Crunchbase -su base de datos de startups, inversores y emprendedores- relativos a la inversión y precio de venta medios de las startup «con éxito».
Aunque son datos que hay que coger con alfileres, porque parece clasificar como empresas «con éxito» exclusivamente aquellas que han conseguido ser vendidas -no es un error de traducción, hablan de successful companies– ofrece datos muy interesantes:
[highlight]La startup «de éxito» tipo, recibe 25,3 millones de dólares de financiación y es vendida por 196,8 millones, lo que supone un beneficio para el inversor del 676%[/highlight].
Aunque las cifras parecen impresionantes en un primer momento, de repente me pregunté «Ey ¿No nos están machacando todo el rato con que las startups tienen que conseguir unos ratios de rentabilidad de x10 o por x20 para conseguir recuperar la inversión en las compañías sin éxito? ¡Con esta rentabilidad no se consigue ni siquiera un ratio x7!«.
Y un ratio x7, significa que, [highlight]de cada 7 compañías en las que se invierta, una tiene que ser vendida[/highlight]. O lo que es lo mismo, un 14,29%. Insisto, no estamos hablando de que el 14% de nuestras inversiones consigan dar beneficios, sino que sean tan atractivas como para que llegue alguien y las compre.
¿Y cuál es el ratio de compra de startups? Ese es el qüí de la cuestión, la piedra filosofal de la inversión, el macguffin del emprendimiento. Pues depende mucho de la fuente en la que busques pero, en este otro artículo sobre la dispar suerte de 200 startups de la web 2.0, determinan que, [highlight]el porcentaje de empresas vendidas es del 14%… menos del necesario para siquiera recuperar la inversión[/highlight].
[quote]Si, sobre el papel, el modelo no funciona ni en EEUU, como intentes replicarlo aquí, lo más probable es que te pegues un ostión contra un muro de cemento[/quote]
Evidentemente, estos datos tienen la misma solidez que un castillo de plastelina. Seguro que pueden ser refutados, discutidos y contradecídos por miles de fuentes alternativas pero ¡Qué demonios! Puede hacerse lo mismo con cualquier dato sobre startups, inversiones y rentabilidades que aparece por ahí.
¿Quiere decir todo esto que es un error invertir en empresas tecnológicas? No. Lo que parece demostrar es que es estúpido jugar a ser bussiness angel y ganarte la vida invirtiendo y desinvirtiendo en compañias tecnológicas. Porque, si sobre el papel, el modelo no funciona ni en EEUU, como intentes replicarlo aquí, lo más probable es que te pegues un ostión contra un muro de cemento.
Que nadie te llene de pajarotos la cabeza. Si inviertes en una startup, compañia tecnológica o en una zapatería, hazlo con la idea de recuperar tu inversión a la vieja usanza: año a año y con dividendos.
Y si eso es así… ¿Qué está haciendo toda esta industria que se ha generado alrededor del emprendimiento, los fondos de inversión y los pelotazos estartapiles?
Es muy difícil hacerse rico vendiendo zapaterías. Vendiendo startups, también.