Por sexta vez consecutiva escribo mis objetivos para el próximo año el año que empieza. Esta vez, más tarde que nunca, aunque con una buena excusa para hacerlo: el 1 de enero nació Daniel, mi segundo hijo y he estado bastante ocupado…
Empecemos repasando los objetivos que me marqué las Navidades pasadas:
- Hacer que Otogami crezca a lo ancho (otro vertical) y a lo largo (otro país). Si, lanzamos un segundo vertical (Runnics) y versión alemana de nuestras dos webs… que sirvió sólo para aprender (por las malas) que traducir una web y soltarla en Internet no sirve absolutamente PARA NADA. (HECHO)
- Ir a comer con Molpe y que invite él. Ni de coña. De hecho, la última vez que Alberto ha salido a comer le he invitado yo… ¡Y ni siquiera iba! (INTENTÁNDOLO)
- Recuperar (de nuevo) la forma. Corro con más regularidad y ya estoy a dieta y concienzado, pero este principio de año me pilla a medio camino (INTENTÁNDOLO)
- Pasar tiempo de calidad con mi familia y mis amigos. No. Mal. ERROR… demasiado tiempo trabajando y demasiado poco con la gente para la que trabajo, mi familia. Tengo que mejorar eso. (PENDIENTE)
- Volver a programar frecuentemente. No he encontrado el tiempo durante este año… y, excepto que lo fuerce, nunca lo encontraré. Creo que está completamente relacionado con el mismo problema que el punto anterior: o pongo límites a mis horarios de trabajo o inundarán toda mi vida sin dejar espacio para nada más. (PENDIENTE)
Una vez más, por mucho que reduzco y simplifico mis objetivos, no he conseguido cumplir la mayoría de ellos y no puedo encontrar otro culpable que no sea yo mismo. He estado tan centrado en el trabajo que he perdido la disciplina y he vuelto a cometer mi pecado habitual: trabajar más en vez de trabajar mejor.
¿Y para el próximo año?
A pesar de fracasar año tras año, empiezo el 2015 con una renovada lista de objetivos y el mismo optimismo que me lleva a pensar que acabaré alcanzándolos. Para conseguirlo, está vez intentaré ser más específico y, además, desarrollaré una mínima estrategia para lograrlo. Para empezar…
- Hacer jornada intensiva todos los días. Entrar a trabajar a las 8:00h e irme de aquí a las 15:00h, exceptuando los jueves (el día que celebramos nuestro famoso festijueves). Y, cuando llegue a casa, lo único que me permitiré hacer -más allá de estar con mi familia- será… (PENDIENTE)
- Volver a programar. Quiero programar porque me siento programador y no quiero dejar de serlo. Porque creo que saber programar me da un valor añadido INMENSO a la hora de hacer product management y porque ¡qué diablos! me divierte. El único pero que me pongo es que no me voy a dedicar a programar chorraditas sino cosas que sean útiles para la empresa. Tengo que acabar el año con algo útil y mostrable. (HECHO)
- Correr una maratón antes de que acabe el año. Según como lleve mi planificación puede que modifique mis objetivos, pero hoy por hoy, quiero correr al menos la media maratón de Madrid (29 de marzo) y la maratón de Valencia (15 de noviembre) (HECHO)
- Llevar Otogami a EEUU. Que va mucho más allá de una web localizada en inglés. Para finales de año, tenemos que estar vendiendo lo mismo allí que aquí… con todo lo que eso implica: hacer marketing allí, intentar crecer en un mercado donde nadie te conoce, salvar la diferencia horaria e idiomática… la gloria o la NADA, vaya. (HECHO)
- Ir a comer con Molpe y que invite él. Una tarea titánica, prácticamente imposible… pero que me permitirá seguir disfrutando de la conversación de Alberto mientras sigo intentándolo. (INTENTÁNDOLO)
¿Y tú? ¿Qué objetivos tienes? ¿Te atreves a dejarlos en los comentarios para comprobarlos dentro de 365 días o me dejarás sólo haciendo el ridículo?