¡Hola Mundo!

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Me llamo David Bonilla, tengo casi 34 años y llevo toda mi vida trabajando para otros, hasta hoy. A partir de ahora, trabajo para mí mismo.

Ser empresario no es mejor ni peor que ser vicepresidente ejecutivo de ventas o conductor de autobuses. Sólo te da algo más de libertad. Libertad para decidir qué quieres hacer, cómo lo quieres hacer e intentar vivir de ello.

No me siento especial… ni especialmente seguro. Sólo sé lo que quiero hacer y como quiero hacerlo. Quiero vivir de ser una bisagra, de unir dos mundos hasta ahora separados en mi país: los desarrolladores y el negocio. Quiero ser parte de la creación de productos, no de proyectos. De software que todo el mundo pueda usar. Hasta mi madre. Quiero que la pobre pueda explicarle a las vecinas, de una vez por todas, a qué se dedica su hijo simplemente enseñándoles el móvil. Y también sé que no quiero hacerlo de cualquier manera. Integridad, seriedad y respeto son los tres conceptos que me acompañarán en esta aventura. No estoy dispuesto a traicionarme a mí mismo ni a los que creen en mí.

Durante los últimos ocho años he trabajado en Sixservix -probablemente la mejor empresa donde puede trabajar un técnico en este país- y siempre supe que, si algún día me marchaba, sería para trabajar en el extranjero o para crear mi propia empresa. Ese momento ha llegado.

Sixservix siempre será mi casa y mis antiguos compañeros, amigos a los que siempre me unirán infinitas horas de trabajo, muchas victorias y también algunas derrotas. «¿Seremos capaces de hacer esto solos? ¿Seremos capaces de crear un ERP y un SCM desde cero, de la nada?» Fue la única pregunta que me hizo mi responsable al proponerme trabajar en la compañía. Me he quedado hasta que hemos hecho realidad mi respuesta. Pero ahora quiero hacer otras cosas. Quiero intentar hacer realidad mis sueños, no los de otros.

Y quiero hacerlo ahora, NECESITO hacerlo ahora. No puedo ni quiero esperar más. Así que, aunque estoy rodeado de amigos y profesionales como la copa de un pino -Vilches, Beas y, por supuesto, mi inseparable Jeroclo- por el momento, me lanzo solo. Y lo que iba a ser mi primer blog personal, el primer blog verdaderamente mío, bonillaware.com -«las cosas de Bonilla«, nada más y nada menos- se ha convertido, de la noche a la mañana, en Bonillaware SLU, Sociedad Limitada Unipersonal de la que soy el único socio.

Casí todo el mundo me ha intentado convencer de que cambie de idea o, al menos, de nombre, pero he sido tan testarudo como siempre en lo referente a defender lo que creo. Si Om Malik pudo inventar GigaOM y Craig Luzinski creó de la nada Craig’s List ¿Por qué tengo que avergonzarme yo de mi nombre? ¿Porque sea Bonilla en vez de Smith? ¿Porque alguien pueda pensar que es egocéntrico o estúpido? Si alguien piensa eso, o no me conoce o no quiere conocerme.

Bonillaware nunca será un producto, sino un medio para crearlos.

Creo que tengo las herramientas necesarias para comenzar sin miedo esta aventura: los ahorros de toda una vida de trabajo en el banco, amigos de verdad, una fantástica familia que me quiere y me apoya y, sobre todo, la mejor mujer del mundo: mi luz, mi Candela.

Así que, ¡Hola Mundo! Me llamo David Bonilla, tengo casi 34 años y llevo toda mi vida trabajando para otros, hasta hoy. A partir de ahora, trabajo para mí mismo.