Pon un patito de goma en tu vida (y vende más)

A David le gustan los patitos de goma y ha descubierto que eso no le convierte en un ser infantil y bobalicón sino en un experto en marketing emocional. Descubre como.

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logotipo de cyberduckHace unos días, estaba trabajando mano a mano con Jeroclo el espartano, Director Técnico de Bonillaware. Mientras yo subía un fichero para traducir el blog al castellano, él hacía honor a su nombre, cepillándose el servicio de correos automáticos al parar servicios de la máquina que no valían para nada.

Para disimular la que había montado, me preguntó con qué programa estaba subiendo los ficheros y, cuando le dije que estaba usando Cyberduck, me miró con sus despiadados ojos azules y dijo: «Los programadores más pros utilizan Filezilla ¿Por qué utilizas eso?«. Sólo acerté a decir «Bueno… el icono del programa ¡es un patito de goma!«.

Y es verdad. Reconozco que utilizo Cyberduck porque el icono es un patito de goma. Quiero decir, porque el icono es un patito de goma, ADEMÁS de tener todas las características que necesito y valer exactamente lo mismo: cero patatero.

La verdad, no sé si Filezilla es mejor que Cyberduck, si es un 7,4% más rápido o si consume 400Kb menos de memoria. Filezilla no tiene patito de goma. No sé si sostener en público esta afirmación me convertirá en un paria social o en el hazmerreír de la profesión pero, me da igual. Hace mucho tiempo que abandoné la carrera por ser el mejor desarrollador para intentar ser el que más se divierte con su trabajo. Y a mí me divierten los patitos de goma.

[quote]aunque no lo reconozcáis, a la mayoría os gustan los patitos de goma[/quote]

Lo curioso del caso es que, no soy el único al que le gustan los patitos de goma. Es más, aunque no lo reconozcáis, a la mayoría os gustan los patitos de goma. Y eso importa, y mucho.

El Marketing Emocional

El neuromarketing -la disciplina que estudia los procesos cerebrales durante el proceso de compra- estima que, alrededor del 75% de las decisiones de compra se toman de forma inconsciente y emocional.

Y, para explotar este comportamiento, las empresas recurren al marketing emocional, que engloba todas las acciones destinadas a conseguir que tu audiencia objetivo conecte con tu producto, servicio o marca a un nivel básico y fundamental: el nivel de las emociones.

El dock de David
Mi dock, repleto de aplicaciones 'emocionales'

Antes de que abandonéis la página pensando que esto es la enésima idiotez del gurú de todo a cien de turno, os pondré un ejemplo que todo el mundo -al menos todo el mundo en España- podrá entender: ¿Cuánta gente conocéis que haga la compra en El Corte Inglés -a pesar de que los precios de su supermercado sean considerablemente más caros que en otros sitios- debido la calidad y garantía de sus productos? Sin embargo, si estudiamos sus carritos de la compra, comprobaremos que un altísimo porcentaje de los productos que compran, desde jamón Campofrío a gel de baño Sanex,  podrían encontrarlos sin problemas en cualquier otro sitio.

Eso es marketing emocional. El slogan «si no está satisfecho le devolvemos su dinero» es puro marketing emocional y FUNCIONA. ¡Vaya si funciona! Hasta el cyborg de Jeroclo va a comprar a El Corte Inglés para no tener problemas.

El Marketing Emocional en las TI

Por supuesto, el marketing emocional también se utiliza en las Tecnologías de la Información aunque, como en muchas otras ocasiones, salvo honrosas excepciones, Spain is different. Aquí todavía solemos intentar vender nuestro producto con una interminable lista de características, en vez de explicando al cliente cuál de sus necesidades vamos a solucionar con sencillez y eficacia.

Y en el naming, por supuesto, nada de nombres que puedan provocar emociones a nuestros clientes y usuarios. Aquí, aún preferimos llamar a nuestras aplicaciones Robotrón 4.5 antes que Mazinger Z. Y todo en inglés -que queda más fino, más elegante, más moderno- aunque las posibilidades de provocar emociones en un pueblo, tan amante de las lenguas foráneas como el nuestro, tiendan a cero.

[quote]De lo que se trata es de provocar emociones y vender gracias a ellas.[/quote]

Aún recuerdo las críticas feroces que recibimos los descerebrados de Funius cuando lanzamos Pelotator, una aplicación para saludar automáticamente a tus nuevos seguidores en Twitter y que, finalmente, tuvo una gran aceptación. ¿Os habéis fijado BIEN en el logo de Pelotator? Puro marketing emocional.

Todavía tenemos un largo camino que recorrer hasta poder ver aplicaciones nacionales como MailChimp, donde hay una opción en el menú para desactivar o activar… ¡el humor! -por supuesto, activado por defecto- pero estamos en ello.

Cada vez queda menos para sacudirnos los complejos que nos hacen ver las tortitas como algo aceptable para una aplicación de facturación pero, como señala mi amigo Pablo Jimeno, nos impiden crear una aplicación llamada, simplemente, Fabada.

De lo que se trata es de provocar emociones… y vender gracias a ellas, por supuesto. Yo lo tengo claro: como consumidor, a igualdad de características básicas, siempre elegiré el producto que haga mi dia a dia más agradable y divertido. Como profesional, siempre apostaré por vincular mis productos y proyectos con cercania, humor y simpatía, aunque eso suponga que más de uno no lo entienda y no los tome en serio.

Si a ti también te gustan los patitos de goma, a lo mejor he hecho una buena apuesta.